¿Por qué hay personas más sensibles al frío?

el 05 Feb 2020 a las 22:27

Trastornos como la anemia, la anorexia o el hipotiroidismo pueden volvernos más sensibles al frío. Es importante consultar con un profesional si notamos que nuestra sensibilidad a la temperatura es mayor a lo normal.

Durante el invierno, no es raro encontrar gente que se atreve a pasear en manga corta o a bañarse en el mar, al igual que tampoco es extraño ver a personas incapaces de salir de casa debido a las bajas temperaturas. Pero, ¿qué es lo que nos hace ser más o menos sensibles al frío?

Lo cierto es que cada persona, dentro de la normalidad, tiene una mayor o menor sensibilidad a las temperaturas. Sin embargo, cuando esta sensibilidad se hace extrema, hasta el punto de no poder tolerar el frío, puede ser un síntoma de enfermedad.

Por ejemplo, hay ciertos factores que aumentan el riesgo de ser sensibles al frío, como tener poca grasa corporal o algún problema de salud crónico. En este artículo te explicamos cuáles son las principales causas de que esto ocurra y cómo diagnosticarlo.

¿Por qué hay personas más sensibles al frío?

Cuando la sensibilidad al frío se produce de manera frecuente y llega a ser inaguantable permanecer al aire libre, puede ser síntoma de que algo no anda bien en nuestro organismo. Como ya hemos mencionado, una de las causas más frecuentes es tener un índice bajo de grasa corporal.

Esto ocurre porque la grasa actúa como aislante, permitiendo mantener el calor corporal. Las mujeres suelen ser más sensibles al frío, entre otras cosas, porque existe mucha mayor incidencia de delgadez en comparación con los varones.

Además, los cambios hormonales que se producen en ellas durante ciertas etapas pueden desencadenar este problema. Especialmente durante la menopausia, donde además de los conocidos sofocos, también es frecuente encontrar una sensibilidad aumentada a los cambios de temperatura.

Por otra parte, puede ser síntoma de alarma ante una infección, como un resfriado o una gripe. Lo mismo ocurre con las personas que tienen problemas de metabolismo. En concreto, en el hipotiroidismo, ya que en esta patología, al no haber hormonas tiroideas, se produce menos calor corporal.

niña con sensibilidad al frío
En las mujeres es más frecuente la sensibilidad al frío que en los varones

Otras patologías que nos vuelven más sensibles al frío

La anemia es una patología en la cual se alteran los glóbulos rojos de la sangre. Puede ser porque no haya suficiente hemoglobina -que es la sustancia que se encarga de transportar el oxígeno-, porque disminuya la cantidad de glóbulos rojos o porque estos sean anómalos.

Los síntomas de la anemia son muy variados e inespecíficos. Suele acompañarse de cansancio y debilidad, a la vez que provocar que las personas sean más sensibles al frío. En este caso, el síntoma respondería a la falla en al circulación que origina la anemia.

Ciertos problemas de los vasos sanguíneos también están relacionados, entre ellos el síndrome de Raynaud. Es un trastorno en el cual se produce un estrechamiento anómalo de los vasos sanguíneos ante ciertos estímulos, como el frío o el estrés.

Por otra parte,ser muy sensibles al frío puede provenir de una enfermedad crónica llamada fibromialgia. Se caracteriza porque las personas que la padecen sufren un dolor muscular y óseo generalizado, que suele ir asociado a hipersensibilidad. Su incidencia es mucho mayor en mujeres. En esta patología no existen lesiones que expliquen estas reacciones. Hay casos prácticamente incapacitantes, ya que también se altera el descanso y se afecta el ámbito psicológico.

Por último, hay que destacar que, aunque sea más infrecuente,la causa puede residir en un problema del hipotálamo. Es el área cerebral que se encarga de regular la temperatura corporal. Por ello, cualquier enfermedad que se afecte este nivel puede alterar el mecanismo.

sensibilidad al frío
La hipersensibilidad al frío no siempre es sólo constitucional, sino que también se asocia a enfermedades

¿Cómo diagnosticar este problema?

Para diagnosticar cuál es la causa de esta hipersensibilidad al frío, hay que realizar un examen físico extenso de la persona. En primer lugar,hay que comprobar su peso y su índice de grasa corporal. Además, es básico realizar un análisis de sangre.

En el análisis es importante fijarse en los valores de las hormonas tiroideas, comprobar si existe o no anemia, o si hay algún indicativo de otra enfermedad. Cuando se descartan estas causas y se sospecha de algo más grave como un trastorno hipotalámico, puede estar indicado realizar otras pruebas complementarias.

Por ello es necesario destacar que, si eres más sensible al frío de lo normal y de manera prolongada, lo ideal es que acudas al médico. Puede ser un síntoma que esté enmascarando alguna patología y lo mejor es descartar las posibles causas.

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