Además de los tarros de cristal que desees reciclar, sólo necesitas bobinas de hilo de diferentes colores, pegamento y, en el caso de que quieras identificar el contenido, unas cartulinas de papel. ¡Tus hijos también podrán hacerlo! Propónles esta idea de reciclaje como una actividad veraniega.
Si en lugar de bobinas de diferentes colores, consigues una multicolor, mucho mejor. ¿Por dónde empezamos? Primero, limpia bien el tarro de cristal y quita la etiqueta.Para ello puedes sumergirlo en agua caliente (verás que rápido se desprende).
Después, echa un poquito de pegamento en el cristal y, desde la boca del recipiente, enrolla el hilo poco a poco, de manera que las hebras queden ordenadas y sin montar unas con otras.
Para conseguir el look multicolor, pega el final de una hebra en el cristal y enrolla el principio de la siguiente por encima, siempre ayudándote del pegamento.
Además de improvisados y multicolores jarrones, puedes utilizar los tarros de cristal para almacenar pequeños complementos: botones, alfileres, horquillas, clips, gomas del pelo... Y para localizar de un vistazo su contenido, nada más eficaz que pegar una etiqueta de papel en la tapa donde puedas escribir el contenido o lo que quieras. La idea es de Camille Styles.
